En período electoral, todo vale. Era necesario inaugurar las obras del Cuartel de Bomberos XI, dentro de la órbita de la Superintendencia de la Policía Federal, en el terreno donde estaban las canchas de fútbol del club Albariño de Villa Lugano, es así que la Presidenta, Cristina Férnandez de Kirchner, las inauguró aunque todavía no estén finalizadas en un lugar que fue escenario de violentos enfrentamientos entre vecinos del barrio y el grupo de usurpadores que tomaron el lugar durante más de dos semanas en diciembre pasado.
Durante su discurso, la Presidenta destacó que "con la Constitución en la mano y procesando a quienes habían ocupado" el predio, éste se pudo recuperar sin ejercer violencia física. "Sería bueno que podamos articular con el gobierno local y con nuestra Policía Federal las jurisdicciones y competencias que han sido perfectamente delimitadas", continuó la mandataria al apuntar al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, en directa alusión a la actuación de la Policía Metropolitana en materia de desalojos en la ciudad.
Algo de Historia:
El 13 de diciembre pasado, un grupo de vecinos de la villa 15, más conocida como Ciudad Oculta, ocuparon ilegalmente un predio donde funcionaban unas canchas de fútbol pertenecientes al club Albariño. La usurpación generó violentos enfrentamientos entre los usurpadores y los vecinos del barrio, además de una tensa disputa entre los gobiernos nacional y porteño, ante la pasividad de la Policía Federal frente a los sucesos.
La toma finalizó 16 días después tras una orden de desalojo pacífico y la detención de un grupo de personas acusadas de haber movilizado al predio a decenas de familias, aprovechando sus necesidades, y de lucrar con la venta de esos terrenos.
El jefe del nuevo destacamento, el comisario Gustavo Benzi, indicó a La Nacion que el terreno cuenta con 7500 m², pero que sólo 1200 estarán ocupados por el cuartel, que contará con una dotación de unos 50 hombres y cinco autobombas. "Todavía no está terminado, pero en el resto del predio se van a armar otro tipo de actividades en conjunto con Acción Social, como charlas preventivas para los vecinos", dijo.
Según pudo comprobar La Nacion durante una recorrida, la decisión de poner un cuartel de bomberos tuvo buena acogida tanto de los vecinos que viven dentro de la villa como de los que no. "Es una manera de tener un poco más de seguridad y sirve, además, para contener el avance de la villa. Antes de hacerles viviendas a los ocupantes o de dejárselo al club es preferible el cuartel", dijo Alicia Fernández, que vive muy cerca del flamante cuartel.

fte: La Nación
publicación 4 de febrero de 2010- caracteres 2594