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2012 al 2008

Reconocimiento a las mujeres migrantes - 10 de enero

 

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El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, desea informar a la comunidad que la Legislatura de la Ciudad ha sido sancionado la Ley Nº 4409  con fecha del 10 de Diciembre de 2012, por la que se declara el día 10 de Enero como el “Día de las Mujeres Migrantes” en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Por tal motivo, se realizará un acto al que el GCBA invita a participar el 10 de enero a las 10 hs en el auditorio de la Dirección General de la Mujer, Carlos Pellegrini 211 7º piso.

También se realizará a las 12 hs en la Estación “Constitución” del Subte C la inauguración de un mural conmemorativo.

Los fundamentos de la citada ley radican en  el trágico día en que Marcelina Meneses, de nacionalidad boliviana, fue arrojada del tren junto con su bebé tras haber sido insultada utilizando frases xenófobas, racistas y discriminatorias.

Con el fin de conmemorar dicha fecha y hacer un reconocimiento a las mujeres migrantes que luchan día a día por la integración y la defensa de sus derechos; se realizará un encuentro en el que se contará con la presencia de Reyna Torres, integrante de Yanapacuna y cuñada de Marcelina Meneses.

Por último, adjuntamos los fundamentos de la Ley Nº 4409 de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que instituye el 10 de enero como el “Día de las Mujeres Migrantes” en la CABA.

Programa TODAS

PROYECTO DE LEY
DÍA DE LAS MUJERES MIGRANTES

Artículo 1°. Institúyase el 10 de Enero como el “Día de las Mujeres Migrantes” en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Artículo 2°. La Dirección General de la Mujer dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, desarrollará distintas actividades en el marco de la celebración de dicho día.

Artículo 3°. Incorpórase el día 10 de Enero, con la denominación citada en el artículo 1°, al calendario escolar.

Artículo 4°. Comuníquese, etc.

FUNDAMENTOS

Sra. Presidenta:

Introducción

Las mujeres constituyen casi la mitad de la población migrante en el mundo y su número va en aumento. Se encuentran en casi todas las regiones y en todos los tipos de flujos migratorios. “La mayor presencia y visibilidad de la mujer en los procesos migratorios contemporáneos es un fenómeno de gran importancia, no sólo desde una perspectiva cuantitativa, sino también en lo referente a las nuevas significaciones que la mujer aporta en el plano familiar, en su rol de madre, en su pertenencia al mundo laboral, en su autonomía personal, en las situaciones de abuso que sufre y en la reivindicación de su sexualidad. (…)” .

“Contrariamente a la idea difundida de una migración predominantemente masculina, en los movimientos de población, hombres y mujeres son protagonistas por igual en la medida en la que sus desplazamientos han implicado siempre tanto a unos como a otras. Aún así, recientemente nos hallamos ante una, aunque con matices, mayor visibilización de las mujeres en tanto que viajeras. (…) Sin embargo, pese a la importancia numérica de las migraciones femeninas, éstas continúan siendo poco consideradas. Esta mirada ciega sobre las mujeres y los condicionantes de género que determinan su migración y maneras de inserción social y laboral se traduce también en un déficit analítico a la hora de acercarse al fenómeno migratorio; las investigaciones sociales siguen tomando como referencia al hombre o, de forma neutra, las unidades domésticas, obviando el cada vez mayor peso de las mujeres” .

Asistimos de esta manera, al fenómeno internacional de la feminización de las migraciones, acompañado a su vez de otros de gran relevancia, como la feminización de la pobreza, porque son las mujeres las que sufren en primera persona las consecuencias de la pobreza que afecta a sus países. Sin embargo, esto no ha significado, contrario a los avances en el ámbito de los derechos humanos, mejoras en la realidad de las mujeres; ellas siguen siendo consideradas dependientes económicamente, y por lo tanto, sujetas a un varón proveedor. Los gobiernos y organismos responsables generalmente no tienen en cuenta los cambios en las identidades femeninas y las transformaciones en los modelos económicos, perpetuando así la invisibilización de las mujeres a la hora de elaborar políticas migratorias por parte de los Estados.

Argentina es un país que, desde el punto de vista de política migratoria, ha producido un avance sustantivo en cuanto a considerar a la migración como un “derecho esencial e inalienable de la persona”, en la medida que la normativa vigente se construyó esencialmente desde una perspectiva de derechos y en total consonancia con los instrumentos internacionales adoptados por nuestro país.

No obstante las mujeres migrantes y refugiadas experimentan, en buena medida, dificultades para acceder a los sistemas de protección de los derechos humanos. En muchos casos, puede observarse el trato arbitrario que reciben por parte de distintas autoridades públicas o privadas y parte de la sociedad, discriminación, xenofobia, dificultades en el acceso a servicios básicos como salud, educación o vivienda, entre otros.

Nadie escuchó gritar a Marcelina Meneses

El 10 de enero del 2001, Marcelina Meneses, de tan sólo 30 años de edad, de nacionalidad boliviana, se subió al tren junto con su bebé, Alejandro Josua Torres, de 20 meses, con el fin de llegar al Hospital Fiorito de la ciudad de Avellaneda, al sur de la Provincia de Buenos Aires. Marcelina subió al tren con varias bolsas en un brazo y su bebé en el otro. En el recorrido, sin querer rozó a otro pasajero con la bolsa, procediendo éste a insultarla: “Boliviana de mierda, ¿no mirás cuando caminás?”, la habría agredido el hombre, continuando su actitud con otras frases xenófobas y racistas.

Pero lo peor estaba por venir. Alguien empujó a Marcelina y a su bebé del tren. Los cuerpos aparecieron sin vida junto a las vías del ex Ferrocarril Roca, antes de llegar a la Estación Avellaneda.

Julio César Giménez, aparentemente es el único testigo que hay en la causa. Su esposa, de nacionalidad boliviana, lo alentó para que declare lo que había visto; así es como Giménez decidió contactar a la familia de Marcelina, a través de los carteles que pegaron en las estaciones del Ramal Roca, mediante los que se solicitaba la presencia ante la Justicia de quienes habían visto lo que pasó el 10 de enero de 2001. El testimonio de Giménez cambió el curso de las cosas:

“(…) Marcelina subió alrededor de las 9.05 en la estación de Espeleta. Ella quedó parada, con el bebé en la espalda, y cargada de bolsos, a metros de la puerta que da al espacio que hay entre vagones. Cuando se acercaban a la estación Avellaneda, antes de la curva que pasa frente al estadio de Independiente, ella se acomodó para enfilar a la salida y en ese movimiento rozó, con los bolsos, el hombro de un pasajero de unos 65 años, de saco marrón, que le gritó: ‘¡Boliviana de mierda! ¡No mirás cuando caminás!’. La mujer calló. Giménez intervino: ‘Che, tengan más cuidado, es una señora con un bebé’. Y terció un segundo pasajero: ‘Qué defendés vos, si estos bolivianos son los que nos vienen a quitar trabajo. Igual que los paraguayos y los peruanos’. Giménez siguió discutiendo. ‘Pará la mano hermano, que eso es lo que venden los políticos. Somos todos latinoamericanos’, opinó. Y le gritaron:’¿Vos qué sos? ¿Antipatria?’. (…) Desde el fondo apareció un guardia. Se había formado la fila para bajar. El uniformado avanzó hasta que escuchó la discusión y los insultos xenófobos. ‘¡Uh! ¡Otra vez estos bolivianos haciendo quilombo! ¡Me tienen podrido! ¡Yo me las tomo!’, dijo. ‘Fue una cosa de segundos. Se había sumado otra gente. Hubo más insultos y escucho que uno que estaba de ropa de Grafa le dice a un compañero: ¡Uy, Daniel, la puta que te parió, la empujaste!’. El testigo asegura que entonces el tren se detuvo”. Desde el comienzo, la empresa TMR desmintió a Giménez y sostuvo que Meneses murió al ser rozada por el tren cuando caminaba junto a las vías del Roca, entre las estaciones de Avellaneda y Gerli.

Marcelina estaba casada con el albañil Froilán Torres, con quién vivía en la localidad de Espeleta y tenía otro hijo de 3 años. Trabajaba como repositora de un supermercado y había llegado a la Argentina hacía 5 años. Su esposo llevó adelante la intensa búsqueda de testigos del asesinato de su compañera y su pequeño hijo. A pesar de las adversidades, y de los malos tratos que debió sufrir por ser migrante, nunca bajó los brazos a pesar que las muertes de Marcelina y su bebé aún continúan impunes.

La historia de Mercelina Meneses es la historia de toda una comunidad, la migrante. Es el fiel retrato de sectores de una sociedad intolerante hacia lo desconocido, lo distinto. Es la historia de la xenofobia en la Argentina, que afecta con especial énfasis a las mujeres de esta comunidad, ya que ellas constituyen un colectivo particularmente vulnerado, víctimas de constantes situaciones de maltrato, de explotación y de vulneración de sus derechos humanos.

Día de las Mujeres Migrantes

Mediante el presente Proyecto de Ley, se pretende instaurar el 10 de Enero como el “Día de las Mujeres Migrantes”, en primer lugar, como un homenaje a Marcelina Meneses y a todas las mujeres migrantes que día a día se enfrentan con situaciones de violencia y discriminación. Tenemos la firme convicción de que a través de iniciativas como estas se concientizará y sensibilizará a la sociedad sobre las consecuencias tan negativas de la discriminación, la xenofobia y el racismo. Ayudará sin dudas a visibilizar la realidad de discriminación y violación de los derechos humanos que vivieron y viven muchas mujeres migrantes en los ámbitos socioeconómicos, políticos y culturales; y de esta manera, incidir en instancias gubernamentales en la formulación, implementación y profundización de políticas públicas antidiscriminatorias, que afirmen modelos de desarrollo social sustentados en el reconocimiento y respeto de las identidades étnicas y de género, contemplándose problemáticas comunes a toda la región, entre las que se destaca la violencia contra las mujeres.

Por otro lado, con el presente proyecto se pretende reconocer la importancia y el fundamental aporte que las mujeres migrantes hacen en nuestra sociedad. La innegable presencia e importancia de la mujer migrante en los distintos flujos migratorios se ha materializado en una mayor presencia, visibilidad social y económica de estas mujeres, como trabajadoras y cabezas de familia, en los procesos de reagrupación familiar y en la relación fundamental que mantienen con sus países de origen y familiares.

Sin embargo, esta fuerte presencia lleva consigo aspectos que son muy preocupantes; como ser en el ámbito laboral, donde muchas de ellas desempeñan trabajos en condiciones extremadamente precarias. “Las mujeres inmigrantes ven condicionadas sus opciones laborales por los problemas no resueltos de la sociedad de acogida. El trabajo femenino no sólo está peor pagado y goza de menos prestigio social que el masculino, sino que disfruta de menor protección legal, se realiza sin contrato en la mayoría de los casos y carece de normativas que garanticen que se trabaje en condiciones aceptables. Este tipo de ocupación desregularizada en sus escalones más bajos: servicio doméstico, cuidado de criaturas, de personas ancianas y/o enfermas, limpieza por horas, prostitución, etc. es el único que queda al alcance de las trabajadoras inmigrantes. En el imaginario colectivo esto se ve como una consecuencia del bajo perfil laboral y educativo que se presume en las migrantes, sin embargo, éstas suelen tener capacidades laborales y formación profesional que les permitirían optar por trabajos mejor cualificados. Los trabajos sin contrato que se les ofrecen suponen estructuralmente, además, ilegalidad e indefensión ante mafias y mediadores sin escrúpulos, con lo que favorecen objetivamente la explotación e indirectamente el desarrollo de estereotipos discriminadores” .

Los medios de comunicación cumplen un rol fundamental en el reforzamiento de esos estereotipos, ya que tienen un papel determinante en la formación de la opinión pública. Las noticias, informaciones, opiniones y representaciones culturales proyectadas, configuran un universo decisivo de discursos que crean valores, actitudes y juicios respecto de nuestro entorno social, cultural y político. Por un lado, el discurso periodístico, a partir del silencio, invisibiliza a las migrantes creando una opinión pública que minimiza su presencia y reconocimiento, acentuando el imaginario popular de un modelo falso de migración predominantemente masculina y ocultando la feminización actual de la migración. Por otro lado, la imagen de la mujer migrante en los medios masivos de comunicación suele ser subalterna y la continua definición de estas mujeres se desarrolla desde el prisma de la domesticidad: modelo tradicional de mujer casada, dependiente, pasiva y limitada al espacio doméstico, desconociendo radicalmente el papel de las mujeres solas en las trayectorias migrantes, como trabajadoras y emprendedoras. Las mujeres migrantes, aunque no reconocidas, se desarrollan como agentes económicos autónomos y en ningún caso desde la subalternidad transmitida constantemente desde el discurso mediático.

Instituir cada 10 de enero como el “El Día de las Mujeres Migrantes” será valorar y resaltar el aporte que realizan estas mujeres a la construcción de nuestra propia identidad como sociedad diversa y multicultural, y visibilizar las problemáticas que existen en torno a ellas, para comenzar a darles solución. Por ello proponemos que en torno a esta fecha, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través de la Dirección General de Mujer, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, realice diversas actividades para lograr estos objetivos.

Sin dudas, contar con un “Día de las Mujeres Migrantes” en la Ciudad de Buenos Aires será un punto de partida para la reflexión de toda la sociedad sobre este fenómeno, será una manera de mantener encendida la llama de la memoria para seguir buscando justicia para Marcelina y su hijo. Será el motivo que la llevará a convertirse en una bandera de la lucha contra el racismo, la xenofobia y la violencia que levanten todas las mujeres. Colaborará sin dudas a la construcción diaria de una sociedad más justa.

Por todos los motivos aquí expuestos, es que solicitamos la aprobación del presente Proyecto de Ley .

Fte: GCBA
Redacción: Libralato Romina
publicación: 05 de enero de 2014 - caracteres 14385

   

 

 

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