El mundo olímpico durante la última semana del mes de  julio vivió periodo especial. Durante el mismo,  Buenos Aires porteña, comenzó a respirar los aires con los que convivirá durante el mes de octubre al ser la capital del deporte mundial, cuando reciba los terceros Juegos Olímpicos de la Juventud.

Algunos de los símbolos que embanderan la ciudad porteña, fueron: primero  los anillos, que ya se lucen en el Obelisco y el pasado 26 de julio fue el turno para la llama, el fuego sagrado. El Comité Organizador presentó en Villa Soldati el fuego sagrado que se había encendido el último martes en la ceremonia que se realizó en el histórico estadio Panathinaikó, en Atenas, Grecia.

Del acto participaron Gerardo Werthein, presidente del Comité Organizador Buenos Aires 2018, y Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, entre otras autoridades y reconocidos atletas olímpicos argentinos junto a atletas juveniles que se están preparando para participar de la cita. Entre ellos, estuvieron los medallistas de oro Sebastián Crismanich (taekwondo), Juan Curuchet (ciclismo) y Carlos Retegui (DT de Los Leones en Río 2016). El evento se llevó a cabo en el Centro Acuático, el estadio que recibirá las competencias de natación, saltos ornamentales y pentatlón moderno durante los Juegos. "Quedará un legado y toda esta enorme infraestructura", enfatizó Retegui.

Asimismo, la travesía olímpica no descansará: la llama comenzará un recorrido de 14.000 kilómetros por la Argentina. "Queremos que sea la antorcha de la unidad. En un mundo con tantos conflictos queremos aportar algo de paz. Estamos en un lugar maravilloso, al lado de una pileta inédita, tal vez la mejor de Sudamérica", expresó Werthein.

Fte: GCBA
Redacción / Edición: Libralato Romina
publicación: 02 de agosto de 2018- caracteres 1727