Tal como había sido pronosticado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la madrugada de este martes trajo consigo una intensa tormenta que se desató sobre el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Este fenómeno incluyó lluvias severas y fuertes ráfagas de viento, cuyos efectos fueron devastadores para la región. Las ráfagas causaron la caída de cables y árboles, lo que generó una serie de daños materiales, como troncos que aplastaron autos estacionados, la voladura de techos, y cortes masivos en el suministro de electricidad.
Por otro lado, el transporte público no quedó exento de las consecuencias de este fenómeno climático. Varios ramales de trenes metropolitanos sufrieron importantes demoras y cancelaciones, mientras que en el Aeroparque Jorge Newbery y el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, algunos vuelos debieron ser desviados a aeropuertos cercanos debido a las complicadas condiciones meteorológicas. Ambas terminales, al igual que toda la zona, se encontraban bajo alerta roja por los riesgos que presentaba la tormenta.
Desde las primeras horas del día, usuarios de redes sociales comenzaron a compartir imágenes de los estragos causados por la tormenta. Entre las imágenes más impactantes, destacó la caída de un árbol en la avenida Álvarez Thomas, entre avenida Elcano y 14 de julio, en el barrio porteño de Villa Ortuzar. En el mismo sector, un cable del tendido eléctrico también se desprendió, contribuyendo al caos.
Por otro lado, en el barrio de Caballito, un árbol cayó sobre un auto estacionado en la calle San José de Calasanz al 400, muy cerca de la intersección con la avenida Juan Bautista Alberdi. Además, otro árbol se desplomó sobre la avenida Rivadavia y Bonorino, a solo una cuadra y media de la Plaza Flores, causando más inconvenientes en el tránsito de la zona.
En Belgrano, específicamente en la calle 3 de Febrero al 4800, otro árbol se desplomó, lo que interrumpió el tránsito que se dirigía hacia y desde la avenida General Paz, bloqueando la circulación de vehículos y dificultando el desplazamiento en el área. En la estación Haedo del tren Sarmiento, otro árbol de gran porte cayó sobre las vías, lo que obligó a interrumpir el servicio durante varios minutos, provocando una significativa afectación en la movilidad de los usuarios.
El temporal también afectó con gran intensidad al barrio de Liniers, donde una antena de grandes dimensiones se desplomó sobre dos viviendas linderas, provocando destrozos considerables en ambos domicilios.
El impacto de la tormenta también se extendió a la actividad aérea. Según fuentes de Aeropuertos Argentina 2000 (AA2000), dos vuelos de Aerolíneas Argentinas, provenientes de Salta y Trelew, no pudieron aterrizar en el Aeroparque Jorge Newbery debido a los fuertes vientos y fueron redirigidos a otros aeropuertos, uno de ellos a Montevideo, Uruguay, y el otro a Rosario. La situación fue aún más compleja en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, donde un vuelo de Lufthansa, que debía aterrizar en la terminal de Ezeiza, no pudo hacerlo debido a las condiciones meteorológicas adversas, siendo desviado hacia Asunción, Paraguay.
En cuanto al suministro eléctrico, la situación fue crítica en varias zonas del AMBA. Cerca de las 10 de la mañana, alrededor de 100 mil hogares permanecían sin luz debido a los cortes provocados por la caída de cables y árboles en distintos puntos de la región.
El Servicio Meteorológico Nacional había anunciado un período de inestabilidad climática que afectaría a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y al conurbano bonaerense, con tormentas de distinta intensidad. Aunque las lluvias comenzaron en la mañana, el SMN había anticipado que el pico de la tormenta se daría en la tarde, cuando nuevos frentes de tormenta podrían generar precipitaciones intensas, ráfagas de viento y hasta la posibilidad de granizo en algunos sectores.
A las 8 de la mañana del mismo martes, el Sistema de Alerta Temprana del SMN emitió un nuevo alerta amarillo por tormentas para el AMBA. Este nivel de alerta indica que la región podría experimentar tormentas con acumulados de entre 20 y 45 mm de lluvia, aunque en algunas áreas se esperan valores mayores. Además, la advertencia también abarca a zonas del norte de la provincia de Buenos Aires, así como territorios de las provincias de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Corrientes.
Por otro lado, se prevé un significativo descenso en las temperaturas para el día, luego de que el lunes la Ciudad de Buenos Aires registrara una máxima histórica de 38,5 °C. Para este martes, se esperaban temperaturas mucho más frescas, con una máxima estimada en 26 °C y una mínima de 21 °C, condiciones que se mantendrían durante el miércoles, con temperaturas que no superarían los 28 °C en lo que quedaba de la semana.
El SMN también indicó que las tormentas más fuertes se registrarían después de las 14 horas, cuando se esperaba que la intensidad de los vientos y las lluvias aumentaran. A medida que la tormenta avanzara, se intensificaría la alerta en toda la región del AMBA.
Además del AMBA, el cambio en el pronóstico afectaba otras zonas del país. En el norte argentino, donde las temperaturas habían superado los 44 °C en provincias como Santiago del Estero, se esperaba un alivio progresivo con la llegada de un frente frío proveniente de la Patagonia. Sin embargo, este alivio se daría de manera paulatina y no tan abrupta como en el AMBA. En Mar del Plata, por ejemplo, el lunes se registró la temperatura más alta de febrero en los últimos 65 años, alcanzando los 39 °C. Con la llegada del frente frío, se prevé que también se registren tormentas en la costa bonaerense, lo que ayudará a reducir las altas temperaturas.
Finalmente, en la región de la Patagonia, el fenómeno climático no solo trajo lluvias, sino también vientos fuertes con ráfagas que podrían superar los 90 km/h en algunas zonas. Esto afectaría tanto el tránsito como las actividades al aire libre, generando complicaciones adicionales en esas regiones.
Ante la persistencia de las tormentas y lluvias, el SMN ha emitido recomendaciones para la población. Entre las medidas más destacadas se encuentran: asegurar aquellos objetos que puedan ser desplazados por el viento, y en caso de actividad eléctrica intensa, evitar el uso de dispositivos electrónicos conectados a la red eléctrica y permanecer en lugares cerrados. La situación sigue siendo monitoreada de cerca por el SMN, que continuará emitiendo alertas y actualizaciones conforme avance el fenómeno.
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Redacción / Edición: Libralato Romina
publicación: 13 de Febrero de 2025- caracteres 6941 |